mateando en domingo

La tarde tiene reminiscencias de buñuelitos de manzanas, aunque la cercanía de la temporada estival, logra que me conforme con mate amargo y recuerdos.
Hace un tiempo que siento algo en mi interior que no sé definir con exactitud.

El término revolución se hace muy fuerte, porque le reconozco connotaciones de sociedades en crisis, en los que cae el órden establecido y se produce otro nuevo luego de un tiempo de conflictos, más o menos violentos.
Esto que estoy transitando tiene que ver con una sensación profunda de paz, una nueva visión de mi vida, de la captación de los sucesos que me tocan vivir y de las personas que me acompañan en este tránsito.
Entiendo que tiene que ver con la finalización del curso de Buddho1.
El martes próximo tendremos la sintonización y yo creo que esta sensación de tambaleo de viejas estructuras, de recuerdos tan vívidos del pasado, está relacionado con ello.
Anoche tuve un extraño sueño: Sentí mi propio alumbramiento.
Es algo difícil de explicar, semejante a vivenciar mi propia parición.

Por supuesto todo ello me hace pensar en las movilizaciones que experimenté en cada uno de los niveles de reiki, incluso, en la sintonización del aliento de Jin Kei Do, aunque es diferente.
La vida se torna un regalo.
Un regalo maravilloso que permite disfrutar de cada momento, incluso de aquellos que no me agradan.
Es así que cada mañana al levantarme doy gracias ante todo por estar viva, tener una salud medianamente aceptable y un trabajo mal pago, que -aunque reniegue y pelee-me gusta.
Hay que estar medio loca para amar el dar clases en aulas mal ventiladas, sin cortinas que protejan del sol y con alumnos atravesados por tantas cuestiones...y que ninguna de ellas le otorgue valor a la educación.
Hay que estar medio loca para dejar de lado todo lo aprehendido y recrear la propia vida, esa que proyecto con todos a quienes amo, "de manera perfecta, bajo la gracia" en armonía, inmersa en el Amor; entendiendo por tal al sentimiento que lleva a brindarse con generosidad, con el placer de dar/se.
Hay que estar medio loca para creer que se convertirá en realidad lo que sueño para nosotros dos, aunque para ello haga falta un milagro.
Los milagros existen.

Al decir de Benedetti

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

En tanto, ente reminiscencias, sabores y extrañamientos, el mate se ha lavado y tendré que cambiar la cebadura.