Con profunda tristeza me entero de que volvieron a arder las sierras de Córdoba. En el mes de julio pasado anduve por Ongamira y Capilla del Monte, en ese entonces el paisaje era bien distinto de lo que ahora se observa

La situación afecta a zonas de gran importancia agrícola, dejando severos déficits de producción tanto agrícola como ganadera. Se perdieron grandes extensiones de bosques nativos, todo en medio de una emergencia hídrica que pone en alerta el uso del agua.

En tanto en Buenos Aires no para de llover y el NE del Chaco está bajo el agua, con el peligro inminente del recrudecimiento de enfermedades trasmitidas por mosquitos como Dengue, Malaria o Fiebre Amarilla.

Entre las principales causas de semejante descalabro sin dudas se encuentra la deforestación, la falta de previsión, el mal uso de los recursos naturales y por supuesto, el gran problema del Cambio climático.
Situaciones similares ocurren en todas partes del mundo, es hora de tomar conciencia de las problemáticas que nos afectan y realizar modificaciones en el modo de vida, de ser concientes de los graves -irreversibles- daños que estamos causando al ecosistema global y comenzar a vivir de una manera sustentable.