Metafísicamente comienza el Día de Acción de Gracias, cuando se produce el solsticio de invierno en el Hemisferio Norte.
El Espíritu de la Navidad recibe diferentes nombres en las diversas escuelas de pensamientos, filosofías y religiones y todos ellos son válidos, en mi caso, adhiero al nombre Nativitas.
El espíritu se expresa por medio de todos los arreglos navideños, suele colocarse en las casas o en los árbolitos una estrella para que allí se ancle la radiación del Amado Nativitas, que posee diversas llaves tonales para cada país o región. Junto a ella es aconsajable colocar un pesebre, símbolo legado por el Maestro Koot Hoomi a la humanidad para recordar que dentro de nosotros nace el Cristo Interno, hijo de la Madre Cósmica, representada por María y el Padre Celestial, representado por San José, que fue Saint Germain, y el Cristo Interno representado por el niñito Jesús, que hoy es el Angel Mikah de la Unidad.
Un pesebre o nacimiento es un foco de atracción de sublimes bendiciones y un punto de radiación de paz para toda la tierra, Armarlo favorece la construcción de una red de Luz Planetaria que se construye a través de todos los nacimientos para el restablecimiento de la Paz, el equilibrio económico y el anclaje definitivo de la Edad Dorada. Es conveniente Decretar, que así como está puesto el Nacimiento en éste lugar:
Se instaure y se mantenga La Paz en todo el Planeta.
Nazca el Cristo en cada Corazón Humano.
Se realice la unidad de todos los grupos, partidos políticos, razas, religiones y clases sociales.
Que todo sea un canto de suprema armonía Cósmica en toda la tierra.
Con verdadero Amor, agradecer al espíritu de la Navidad el haber llegardo a nuestras vidas y nuestros hogares y que se derrame en bendiciones a todo el planeta, de manera perfecta, bajo la gracia y de acuerdo con la voluntad de Dios.
Feliz Navidad para Todos!
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