Una Navidad en familia

El 24 de Diciembre, vispera de la Navidad, conversabamos alegremente tres generaciones: mi mama (80 años), mi hija Soh (19) y yo ( 53, a punto de convertirse en 54), cuando la pequeña nos muestra un video de Fratello Metallo, un genio total, un monje catolico que hace rock del bueno. Obvio, canta a Dios.
Jajaja!! mi mama, al mas puro estilo Torquemada, se rasgaba las vestiduras mientras clamaba Hogueeeeraaa!!



Lo pasamos bien en familia-digo- ya que no hubo discusiones, aunque la conversacion telefonica que tuve con un alguien especial, me llevo a pensar sobre el por que de las Fiestas.
Por que se debe (se debe?) seguir la costumbre ancestral, institucionalizada, de reunirse (amontonarse, apelotonarse, apiñarse) en una casa, una cantidad de despojos familiares, con poco -o nada- en común, so pretexto de que "hay que brindar."

Sin desearle mal a nadie, menos aún a quienes no soporto demasiado, me parece inteligente la postura de muchos jovenes, respecto de desacartonar una fecha que, ademas, tiene un profundo sentido religioso.
La esencia de la Navidad es el nacimiento de Jesús en nuestros corazones, pero quienes no comulgan con estas ideas ... ¿qué festejan?
Se emborrachan y joroban la vida a otros, entorpecen, molestan.

A veces pienso que seria bueno quitarnos las mascaras, siempre con respeto, y dejar de jugar a que "no vemos", a que "todo esta bien", a que "somos una familia", y empezar a aceptarnos tal cual somos.
Con defectos y virtudes, con falencias, con temores.
Aceptarnos y aceptar a nuestro entorno tal cual es, sin pretender cambiar a nadie. Aceptarnos, simplemente.
Reconocernos diferentes frente a un otro distinto, pero con igual valor.
Sabernos dueños de nuestra historia, coautores, en todo caso.
Libres.
Simples.
Dignos.
Maravillosamente dignos de toda libertad, de un simple corazon que reconozca que el Amar se basa en el dar mas que en el recibir.

La Navidad me ha puesto nostalgica. Será -que una vez más-vos no estas conmigo.