lunes, 4 de enero de 2010

Otras navidades

Cuando era chica pasábamos las navidades en casa de mi abuela materna en Los Polvorines; un caserón de grandes dimensiones, con varios árboles frutales y una enorme chimenea por la que todos los años veíamos entrar a Papá Noel.
Mi prima Cristina ¡qué suerte que tenía! lo veía bajar de la estrella, en cambio yo -siempre distraída-  cuando llegaba.
Papá Noel solía preguntar "Quién es hincha de....??" Mi hermano, que era de Boca, se convertía rápidamente en fanático de cualquier otro club con tal de recibir algún llaverito, o unas figuritas redondas de cartón, con las que después jugaba a "la tapadita"


La Navidad tenía ese encanto de lo mágico: unos días antes habia que escribir "la cartita" haciendo los pedidos, dependía del comportamiento demostrado en al año, el recibirlo o no.

Recuerdo que cuando escribía pedía "por todos los niñitos pobres del mundo", aunque en realisdad  era un simple formulismo ya que nunca había visto a un pobre,  ¿Cómo se define la pobreza a los cinco años?
Luego de la introducción venía la carta en serio, detallando la muñeca que jamás llegaba, en realidad poco importaba porque... éra tan lindo lo que Papá Noel traía en la bolsa, que los otros pedidos simplemente se esfumaban.

Teníamos todo lo que queríamos, el potrero era nuestro universo y allí jugábamos felices sin enterarnos que podía haber diferencias

Pasados los años cuando fui mamá, quise que mi hijo tuviera la misma ilusión, por lo tanto le pregunté a mi tío, el responsable de tan bellos recuerdos ¿Cómo hacías para estar tan bien caracterizado?
Qué traje tan perfecto tenías...!!!
Me sorprendió con su respuesta:
-No tenía ningún traje especial, eso sí, trataba de ponerme algún saco rojo grandote para que no me reconozcan, atado medio así nomás por el apuro...
¿y la chimenea?
-Nunca existió, Saltaba desde un banquito por la ventana...

Y seguramente fue así si él lo dice, sin embargo las navidades en casa de mi abuela Carmen han llenado por muchos años mi corazón de alegrías, su recuerdo me acompañará siempre.

1 comentario:

1600 Producciones dijo...

Bello escrito y más bella la mirada ilusionada que teníamos cuando éramos niños.

Un beso y Buen año!