Todos los días se aprende algo nuevo

He descubierto que a diario estoy haciendo nuevos - e importantes y a veces dolorosos- aprendizajes; desde que nació mi nieta estoy aprendiendo a ser abuela, cosa que no es fácil cuando de aprendizajes se habla, porque éste en particular no se refiere a la chochera y los mimos sino a saberse correr y dejarles lugar a los padres para que eduquen, formen, críen de acuerdo con sus propias convicciones.
Si lo quiero llevar a un plano más amplio diría que es respetar las decisiones de los hijos, sobre todo cuando ya son grandes.
Uno no quisiera que se equivoquen, sólo que nadie es dueño de la verdad y lo que es error para uno puede no ser tan malo para el otro.
De a poco he ido reflexionando en cada uno de los afectos que componen mi círculo y me he dado cuenta de la importancia que tiene el libre albedrío para cada uno.
 Es así que hoy realicé el acto más heroico: soltar amarras. Y te ví partir con congoja en el pecho y deseos de correr y abrazarte y decirte que no importa, que todo está bien, que juntos podemos, que te espero..... pero es más de lo mismo...

Decidí tomar el timón de esta nave que es mi vida y torcer el rumbo hacia otro horizonte donde, tal vez te encuentre, tal vez no, pero seré yo misma mi único sueño y mi propia realización un fín en sí misma.

Se siente extraño, no sé definir con exactitud lo que me pasa, pero estoy segura de que hice lo mejor para mí y ése es el aprendizaje más importante de toda mi vida