sábado, 6 de marzo de 2010

Una noticia muy pequeñita, de unas pocas líneas avisaba que murió una india Ona y con ella se perdía -además- la posibilidad de una lengua que al no dejar registro escrito, se pierde para siempre.


Algunos idiomas se desvanecen en un instante, al morir su último hablante. Otros se pierden gradualmente, a medida que las lenguas indígenas son sofocadas por el idioma dominante en la escuela o en la televisión.

En una teleconferencia, K. David Harrison, profesor de lingüística del Swarthmore College, dijo que más de la mitad de los idiomas no tienen forma escrita y "pueden perderse irremediablemente en el olvido". Cuando desaparecen, no dejan atrás ningún diccionario, ningún texto, ningún registro del conocimiento acumulado y la historia de una cultura que se desvanece.

Muchas de las 113 lenguas que se hablan en los Andes y el Amazonas son poco conocidas y están perdiendo terreno frente al español y el portugués.
Por ejemplo, los Kallawaya utilizan el español o el quechua en la vida diaria, pero también tienen su idioma secreto para preservar el conocimiento de plantas medicinales, algunas de las cuales eran previamente desconocidas para la ciencia . "Cómo y por qué esta lengua sobrevivió más de 400 años con tan pocos hablantes es un misterio", dijo Harrison.

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