miércoles, 16 de junio de 2010

No discrimine, profe....

Y seguimos con el mundial de fútbol y los alumnos más preocupados por ver los partidos que por el dictado normal de clases...
Dado que el mundial se juega en Sudáfrica, intento aprovechar la motivación y comienzo -a manera de cuento- a hablar de Nelson Mandela, la resistencia al apartheid, el movimiento de conciencia negro.....  cuando escucho una vocecita:
- Morochos, profe
-????
-Ezequiel y Gustavo, vió cómo son? pero yo les digo morochos, no negros
-son morochos.
Y claro...  tanto escuchan "no discriminar", que les resultaba difícil comprender  que la docente llamara negros a los negros!
Por supuesto que una vez aclarados los conceptos seguimos con una discusión, bastante intersante a mi parecer.
¿Qué pasa con las palabras cuando queremos comunicarnos?
Las palabras llegan a expresar lo que sentimos?
La escuela es reflejo de lo que se vive en la sociedad.
Creo que el cuidado excesivo por no quedar como discriminador,  hace que las palabras se utilicen de manera ambigua. Luego, las palabras son la herramienta que permite el pensamiento y la delgada - borrosa, permeable- línea que separa lo blanco de lo negro, confunde el discurso tiñiéndolo de un gris pastoso, tal vez responsable de la crisis comunicacional, afectiva y de valores que se observa.

4 comentarios:

Myriam dijo...

Estoy muy de acuerdo contigo, Al, en tu planteamiento.


Y si, cuándo tanto se quiere evitar -en este caso discriminar- usando palabras ambiguas, se termina haciendo justamente eso que se quiso evitar.

Besos

Anónimo dijo...

Hola querida Al!!
Cuanta verdad que hay en la reflexión que has hecho es muy cierto lo que dices.
Tanto tratar de... que terminamos por tener miedo de lo que vamos a decir.
Luz y Amor, Flor Azul

Dani.. dijo...

Querida Amiga...
Tú siempre presente espontánea.


Bonita reflexión has hecho
Pero creo que es un tema que dá para largo...

Te envío mi abrazo.
Dani..

Al dijo...

Hola Myr, Flor Azul y Dani... Gracias por aportar un comentario a la experiencia vivida en el aula....
la discriminación está tan naturalizada, que cuando creemos que no lo hacemos, en realidad lo estamos haciendo (quién le señaló a la joven que ser negro era ser menos?) y - a consecuencia de ello- aparece un cuidado de la palabra que se vuelve ambigua, imprecisa. La palabra que oculta en vez de mostrar.

Un beso a cada uno