martes, 30 de noviembre de 2010

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Casi sin quererlo, de manera natural, me sale esta especie de racconto de pequeños gestos o palabras que parecerían ingenuas, pero no lo son, porque disfrazan modos de interpretar la vida.
Desde las soledades ancestrales me viene – a manera de movimiento pendular compensatorio- eso de comprometerme en cada acto, de dar todo de mí en cada momento
¿es que se puede vivir sin compromisos?

Tal vez sea por eso … o vaya uno a saber..! pero lo cierto es que no tolero esa costumbre unitaria que de a poco se ha ido instalando entre nosotros.  Uno se encuentra con una persona, la que hace muchos años o apenas unas horas que no vé y el saludo es
-¿todo bien?
Para –sin detenerse a escuchar la respuesta, que parece no importar- terminar el saludo con un
– Cuidate!
Nosotros, habitantes de este bendito país, gran mayoría de gente trabajadora que a diario ve cómo se le escapan los sueños tras el negado –y persistente- aumento de precios, nos dejamos envolver por el “cuidate”, que pareciera un gesto de cariño, más aún, una palabra de afecto, pero no lo es.

Cuidate (vos, porque yo no te voy a cuidar) lejos de acariciar el oído es un empujón a la nada.
“Arreglate cómo puedas”, “sálvese quién pueda” o “que te cure lola” vendrían a significar más o menos lo mismo.

Yo no quiero un entorno así. Quiero a los que quiero ocupados los unos en las cuestiones de los otros, de manera absolutamente interesada.
Interesada no en el rédito económico sino en la felicidad del otro, que tiene sentimientos, que a veces tiene necesidad de una caricia, que muchas veces espera una palabra, un llamado, un beso…

Hay momentos, instantes diría, en que me conecto con la niña que fui ayer y espero –con un dejo de nostalgia- que se extienda la mano que me regale un chupetín.
Remontar el barrilete de los sueños y volar muy alto, muy lejos, hasta el cielo, pero siempre sujetada desde el hilo por la mano que ha de asegurar la conexión a tierra

Yo no quiero que me digan: Cuidate, hace años que lo vengo haciendo, yo quiero que alguien me diga: sé libre, yo te cuido, hacerme toda un ovillito y descansar ….

7 comentarios:

Edu dijo...

De acuerdo con vos. La libertad no nos cuida,nos hace libres.
Un Beso

Mariela dijo...

Hola Al, como siempre tus palabras son un llamado al pensamiento, un llamado a cuestionarnos cómo somos y quiénes somos en definitiva. Gracias por expresarlo de esta manera simple y autóctona. Ojalá muchos más pensemos como vos...
Un beso enorme, te quiero!
Mariela.

Penélope Sierra dijo...

Hola AL!

Llegué anoche de México, estuve más de un mes por trabajo, con Alejandro Fernandez que hice la portada de su último disco y también un par de trabajo para otros artistas.

Ando medio dormida con tanto cambio horarios y la locura vivida en estas últimas semanas, pero tu relato me ha hecho despertar a una reflexión preciosa.

Estamos tan a falta de una cercanía afectiva en este mundo que cada vez es más individual que lo que dices hace de pensar y mucho.

Un beso y un brazo enorme!!!

Anónimo dijo...

Hola Ali! Excelente, 100 % de acuerdo con tus palabras y tu reflexión... como siempre, tan apasionada e involucrada con tus sentimientos, con los verdaderos valores... TE FELICITO por tu Blog, siempre lo leo y me suelo emocionar hasta llorar... hay una mezcla de ternura, nostalgia, melancolía, amor, ganas de vivir y muchas cosas más, en tu modo de escribir, que es inevitable que no te "lleguen" al corazón... GRACIAS por estar!! Un abrazo lleno de Luz! Con mucho cariño!! Gri.

carlos63 dijo...

Tienes toda la razón, esas frases indican el poco interés que se tiene por la persona a quienes se dirigen.

Saludos.

Alicia dijo...

Penélope!se te extrañaba... Eduardo, Carlos, Mariela y Griselda, gracias por sus comentarios.
Un beso a cada uno!

ALENKA (Alicia Montes de Oca) dijo...

No te preocupes, Al. DIOS nos cuida.