domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidad


Llega la Navidad y con ella  momentos de encuentro en familia, con amigos, con uno mismo.
Es un buen momento para elevar los pensamientos al Universo y pedir las bendiciones que necesitamos para nuestra vida,  de nuestros seres queridos y  para el mundo que habitamos.
En mi vida, más que pedir quiero agradecer por todo lo que tengo y por lo que aún no he logrado.
Puedo decir que soy felíz: Tengo el amor de los que amo y ellos están bien, con salud y trabajando (que no es poco)
Es verdad que me faltan algunas cosillas materiales pero... cuando en la mañana me levanto para ir a trabajar y veo a mi hija ya grande, con proyectos, sana...
Mi hijo y su mujer felices esperando a la que será -prontito- mi primera nieta...
Mi madre y mi abuela: una bendición poder tenerlas aunque a veces no estemos de acuerdo en algunas cosas propias de la diferencia generacional...
Y qué decir del Amor...  ha llegado a mi vida con una serie de complicaciones y bemoles pero con una fuerza inusitada que me hace sentir como si volviera a tener  20 años ...
Gracias Dios mío, por todo lo que tengo: mi casa, mi trabajo y mi salud.
Por las ganas de luchar, de salir adelante y de mejorar cada día un poco más.
Gracias porque a veces puedo ayudar a los que me rodean, ya sea con una palabra o con una acción concreta.
Al fin de cuentas, la vida es eso: Dar. Porque para dar hay que saber recibir y recibimos cuando confiamos y nos entregamos al Ser Superior.

Les dejo mi oración preferida, a ella me aferro todos los días, se llama Dios Resuelve y aparece publicada en el libro "Servicios, Poderoso Libro" de Rubén Cedeño:

Dios está conmigo en éste momento resolviendo ésta situación ahora mismo.
Dios no me abandona, nunca me ha abandonado, ni me abandonará jamás.
Yo tengo fé en que Dios se está ocupando de este asunto en este momento, aunque se toma su tiempo para ajustar las circunstancias y resolverlas de la mejor manera. Por eso se dice que Dios tarda pero no olvida.
Dios está actuando en ésta circunstancia ahora, aunque aparentemente impere la injusticia, el caos, la ignorancia, esto en un momento habrá de terminar.
Nada negativo es eterno; Sólo Dios y su justicia son eternos. Por eso yo, en el poderoso nombre de Dios, Decreto: Que esta apariencia de mal sea disuelta ya; que la justicia, el órden, la sabiduría imperenen mi mundo, porque éste es el estado natural de mi Ser y de todos los que me rodean; lo que yo y todos nos merecemos. No importa cuán hábil y potente  aparente ser el mal, Dios puede más que él y lo disolverá apartándolo de nuestars vidas.
Esta situación injusta no puede permanecer: Dios no la desea para mí ni para nadie, y si Dios no la desea no tiene por qué existir.
Todo pasa, ésto también pasará ya que el poder divino está resolviendo ésta condición de forma total y para siempre.
Nada ni nadie puede dañarme porque Dios está conmigo y espanta fuera de mí y de mi alrededor todo error y peligro. No permito que las apariencias desagradables las circunstancias me envuelvan, si lo hiciera, estaría perdido, eso jamás.
Yo mantengo mi Fe, esperanza y confianza en Dios actuando. El es el único que sabe todas  las cosas y tiene el control de éste suceso, esperando el momento justo de acabarlo y sé que eso está pronto a suceder.
Dios nunca ha defraudado a ndie, por lo tanto ahora, en esta circunstancia, no lo hará.
Dios triunfará es ésta situación que estoy viviendo ahora.
Mi actitud no está en fijarme y pensar lo desagradable del momento sino en recrearme y contemplar el momento glorioso de la salución, ya que Dios está conmigo resolviendo ésto ahora.

1 comentario:

1600 Producciones dijo...

Saludos y deseos de buenos augurios en estas fiestas!