Termina el ciclo lectivo

Quiero presentar a un grupo de alumnos con los cuales transité los últimos años de la escuela secundaria.
Es verdad que cada curso es único e irrepetible, con cada uno el docente enseña pero-básicamente- aprende, ocurre que estos chicos son "grandes" en verdad.
Cada uno de ellos  tiene una historia particular (particularísima), cada uno ha enfrentado problemáticas impensables para sus pocos años.
Son bien distintos el uno del otro, sin embargo formaron un grupo humano cohesionado en el que se pudieron afirmar en momentos de consternación.
Hoy los traigo aqui porque son la esperanza del futuro: con sus pocos años y una fortaleza excepcional, le han puesto una sonrisa a la vida y salieron a la cancha a jugar el partido más importante: el futuro.
Gracias por haberme permitido compartir estos años con ustedes.
Gracias por las alegrías y los momentos duros compartidos.
Por enseñarme que se puede, que siempre se puede, cuando la voluntad así lo decide.
En ustedes (en cada curso) pretendo sembrar el deseo de superación, quiera Dios que lo haya logrado.
Que la vida los lleve por senderos de luz y logren realizarse como Buenas Personas.
No se detengan. La vida, con sus luchas, son el Don más preciado.
Que Dios los bendiga siempre. Namasté.