lunes, 26 de abril de 2010

Poemas inolvidables

Recuerdo, hace muchos años, leí un poema que me estremeció tanto, que aún puedo recitarlo sin olvidar una sola palabra.  Lo escribió el genial Armando Tejada Gomez y dice así:

El bienaventurado

Aquel hombre de enfrente,
simple de corazón,
agonizó sus años
corriendo a tres empleos.

Un día, simplemente,
su simple corazón
le estalló en una esquina
y despertó en el cielo.

Dios, bonachón y antiguo,
le dio la bienvenida,
palmeándolo y diciendo:
Qué cuenta de la vida?

Y aquel hombre de enfrente,
simple de corazón,
se quedó boquiabierto
y preguntó: qué vida?

Dedicado a alguien a quien quiero mucho, esperando que no se le pase la vida... Si tan sólo pudiera...!!

3 comentarios:

Myriam dijo...

Tremendamente elocuente el poema... AL!, esperemos que esto no le suceda a esa persona a quien s elo dedicas...

Besos

Mariela dijo...

Qué maravilloso poema! Que bien expresa la pérdida de tiempo...y de la vida!
Un beso Jardinero...
Mariela.

1600 Producciones dijo...

Por qué me identifico
con este poema?????? Ups!!!
creo que estoy en problemas.

A veces perdemos el horizonte, lamentablemente...

Muy bueno.

Saludo y beso