martes, 24 de agosto de 2010

Confesiones

Cada vez me convenzo más de que  la vida nos presenta ciclos de aprendizajes, pequeños microciclos insertos en macrociclos que avanzan en espiral ascendente, hacia una mejor calidad humana   Como los aprendizajes escolares, que tienen puntos de conexión, interconexión, flexión, autonomía y dependencia. Desde los saberes previos se construyen otros, que los utilizan como basamento y pivotean la experiencia hacia horizontes nuevos, de metacomprensión...
Es que esta vida mía, que alguna vez adjetivé como "pobre", por la mayor de las pobrezas que representa la carencia de afecto, ésta vida mía, decía, ha cumplido un ciclo y ahora se remonta hacia nuevos horizontes,  no necesariamente mejores en sí mismos.
Horizontes nuevos que me han de ver llegar con más y mejores herramientas para cumplir mis sueños.
Porque hoy me paro, como lo hice en tantísimas ocasiones, sobre los propios microciclos y -superadas las cuestiones limitantes- manifiesto mi convicción y mi derecho a Ser y ser en Paz.
Al mirar hacia atrás ( siempre es bueno volver la vista atrás, no con rencores o dolor sino desde el valor de la experiencia) veo una larga espera, con horas interminables y sueños de cristal.
Besos de Aire, los llamé en algún momento, por lo intangibles, efímeros, lejanos, soñados... siento que no me equivoqué. Dí todo cuánto pude. Eso es maravilloso para mí.
Alguien me hizo llorar? No.
Si lloré fue por mis ilusiones y mis sueños rotos. Por estar apegada a ellos.
Esperaba -como en los cuentos- que el príncipe viniera a rescatarme y ser felices comiendo perdices,
pero el príncipe no podía cumplir  mis anhelos, simplemente, porque no eran los suyos.
He aprendido que la felicidad es el camino que me ha llevado dentro mío, para reconocerme valiosa, objeto de mi propio amor y comprensión, sin esperar que en el "afuera" montado en un corcel, llegue quién me dé lo que necesito, simplemente, porque lo que necesito está dentro mío.
Estas líneas que pienso publicar así como salieron desde el corazón, sin corrección, respetando el propio sentimiento, son la más hermosa canción que te dedico a vos - que compartiste un ratito conmigo- y  a ustedes, mis amigos virtuales, complices de esta aventura que representa tomar el timón de la vida y torcer el rumbo con los hados a favor.

2 comentarios:

JOSH NOJERROT dijo...

Nuestros deseos no siempre son los mismos de quien nos acompaña o de quienes quisiéramos que nos acompañara, pero si es verdad, que aun no siendo los mismos, ni como los suyos serán los nuestros, si es posible el complemento perfecto que haga de sus sueños, parte de los nuestros. Y si el camino es individual no deberíamos recortarle las alas a aquellos sueños que queremos alcanzar, intentarlo y volverlo a intentar, algún día se harán realidad...
abrazzzusss

Myriam dijo...

Nada mejor que la paz interior.

Un abrazo