subida al Uritorco

El cerro Uritorco es el pico más alto de las llamadas Sierras chicas, tiene 1970 m/s/s/m y es la meta de cuanto metafísico se precie de tal. Desde 1986 se han sucedido distintos hechos como avistamientos de naves interplanetarias, descubrimientos de portales multidimensionales,de campos energéticos, incluso se ha hablado de portales a ciudades ocultas, intraterrenas. Se cree en la existencia de una ciudad subterránea llamada “Erks” cuya entrada no puede ser cruzadas por cualquier mortal y que está comunicada con otra dimensión y otros puntos del planeta a través de interminables pasadizos.

Estos Motivos, todos ellos, más el aliento de todos mis amigos y conocidos fue suficiente para que yo insistiera en subirlo... Cómo no iba a hacerlo????

Inicamos la expedición (en ayunas porque nos quedamos dormidas y se nos hacía tarde)en el balneario La Toma, al cruzar el puente de sogas del río Calabalunga. (Hablo en plural porque el trayecto lo hice con mi amiga Ana)Bien, en la administración nos cobran $20 (???)nos registramos, y comenzamos la primera etapa: Wow! se me taparon los oídos y el corazón latía con mucha fuerza que creí que no iba a llegar demasiado lejos. 6 Km. de trekking, mamita!!! Yo había llevado el 1,5 litro de agua que nos recomendaron, más ropa de abrigo porque según mi querida amiga Violeta: "Hace Frío arriba!" bien.... a los pocos km. mis piernas sentían el esfurzo, la ropa pesaba, lo mismo que el agua, el sol quemaba....

El ascenso tiene siete paradas. El camino es malo. No hay nada, lo que constituye un problema luego de varios km. de trayecto sobre todo cuando uno necesita un baño.
Es decir, hay que hacer pis entre las piedras!
Nunca entendí qué es lo que cobran en la confitería al iniciar la subida, dado que no hay ningún servicio. Una jóven se accidentó y la socorrieron los bomberos que subieron a pié, escalando. Eran como diez. Cuando les pregunto por qué no usaban un helicóptero, tuvieron la amabilidad de no decirme tonta en la cara. Subían tantos porque en una camillita angosta iban a atarla a la pobre piba y de allí la bajaban, un trecho cada uno, según soportaran sus fuerzas.
Más que nunca, me dije, deberé cuidarme de no sufrir accidentes, sobre todo teniendo en cuenta que no hay manera de comunicarse (los celulares no tienen señal)Excepto, claro que algún caminante cruce por allí.
Mientras tanto, me enteré que el cerro es propiedad de Sonia Beatriz Anchorena de Crotto, que lo tiene en concesión y que parece que el concesionario sabe hacer caja pero, de medidas de seguridad, nada.

Pasamos por un parador, donde -se suponía- había un humano,un jóven que -enamorado del lugar- construyó allí su refugio, pero el lugar estaba abandonado y tenía un olor penetrante a orines.

Y al fín lleguamos al quinto descanso: Una belleza.
Una olla natural de agua limpia, helada, a través de la cuál podíamos ver nadar a las viejas del agua. Descansaron mis piernas.
Nos quedamos casi una hora disfrutando del silencio y de la paz y, muy responsablemente, iniciamos el regreso.
Faltaban dos paradas, pero no las hubieramos podido hacer.
La vuelta fue mucho mas dura que el ascenso, dado que el rebote en las rodillas se sentía muuucho.
Casi no hablábamos, por dos días nos quedaron las piernas tembleques, pero, todo se supera.
El lugar es hermoso.
El concesionario hace caja y el ingenuo mortal, espera descubrir los misterios ocultos en una ascensión.
De todos modos: Volveré!

Gracias Anita por acompañarme y Mirta, por tenernos tanta paciencia!)